El día 9 de enero, cuando llegamos a la escuela después de las vacaciones de Navidad, nos llevamos una sorpresa al entrar al hall por la entrada principal. Allí estaba el árbol de Navidad y, al rededor, un montón de confeti y globos de colores.
Además, había libros muy bien ordenados. Cada montón lo habían traído los Reyes Magos para cada una de las clases del centro. Sus majestades siempre nos sorprenden a la vuelta y esta vez lo han vuelto hacer. Este año nos trajeron distintos títulos para que además pudiésemos elegir de entre ellos el que más nos gustaba.
Además, vino a la escuela un quinteto de viento metal que estuvo tocando canciones en el jardín con las que todos pudimos disfrutar, bailando juntos.
¡Qué vuelta tan mágica y especial!